Estamos en el año 2005 y el movimiento de liberación femenina sigue avanzando, si bien en muchos frentes ya han logrado esa ansiada (y justa por cierto) igualdad, existen todavía área en las que les falta, muy poco, pero todavía les falta.
Ahora, este no es el porque de esta columna, ni dista mucho de serlo, simplemente el hecho de ver que nuestras queridas mujeres no se detendrán una vez lograda la igualdad, me abruma, es más me atrevería a decir que van por más, mucho más.
Bajo esa perspectiva hago una serie de proyecciones, de lo que será la historia del hombre (sexo masculino) en los próximos años.
De aquí a pocos años será común tener a hombres dueños de casa, serán igual de quejones que las mujeres que dirigen un hogar, creyendo que su pega (que sí, es verdad, implica harto trabajo) es la más infartante del mundo.
Es más no será raro, ver una serie de cursos, ejemplo: bordado, pintura, artesanía, orfebrería, y cocina, enfocado para llenar las horas de ocio de estos hombres.
Para el 2023, el porcentaje de hombres profesionales será mínimo, es más, tal como se habla de las primeras mujeres universitarias de Chile, se hablará de los últimos hombres con educación superior, para el 2037 no será raro ver biografías y documentales sobre estos personajes, mientras el honorable trabajo de ser asesor del hogar será uno de los más comunes para los varones.
Ya para el año 2042, será derogado el derecho a voto masculino, es más ningún hombre podrá acceder a cargos públicos. En contrapartida, los Tribunales de la Familia votarán en 93% a favor de los padres para la tuición de los niños, mal que mal, con ellos se han criado. A su vez, tal como por las mañanas será el turno de las mujeres, por las tardes serán los hombres los que se mamen los tacos en las entradas del colegio.
Ese mismo año, ser hombre separado será tabú, es más ningún compañero invitará a hombres separados a sus casas por miedo a que le levanten a la señora. Por su parte, la infidelidad femenina será inmensa, es más, los moteles se llenaran a la hora de almuerzo de gerentas con sus secretarios.
Dos años más tarde la revista Playboy habrá quebrado, y la Playgirl, sumará ganancias nunca antes imaginadas, LUN actualizará todos los días a las 12:30, las fotos de los modelos de turno, que nuestras mujeres oficinistas esperarán con impaciencia. Salir con una volleyvolista profesional será el sueño de cualquier modelo hombre.
Para el 2057, el alcoholismo femenino se habrá cuadriplicado, tal como la violencia intrafamiliar hacia los maridos, la prostitución masculina será el trabajo clandestino más rentable, y salir a tomarse un whiscacho (mientras se conversa de minos y volleyball) después de la pega, será el pasatiempo favorito de nuestras mujeres, junto con ver los partidos de volley los domingos por Fox Sports.
Por esos días será común que los hombres vayan con velo a la iglesia, tal como el Club de la Unión y los Templos Masones serán lugares de exclusiva entrada femenina.
Dos años más tarde un curioso estudio revelará que cada día más mujeres se rascan los pechos mientras caminan por la calle, y que la frase “Hoy día no mi amor, me duele la cabeza” será la excusa predilecta de los hombres para no hacer el amor con sus señoras.
En el año 2065, se hablará de mujeres para referirse a la raza humana, y el debate de los derechos de los hombres comenzará con una marcha en París frente a la Torre Eiffel, donde 70 mil hombres con shorts (prenda de ropa prohibida para esa época), clamarán por la emancipación.
Recién en el año 2174, 50 años después que el hombre volviera a ganar su derecho a voto, volverá a haber un Presidente de sexo masculino en el mundo.

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