Estimados amigos, en esta oportunidad retrocederé bastante años motivado por tanta desazón deportiva… que creo es el sino de nuestro país, por eso adentrándome a los rincones más oscuros y polvorientos de mi mente, mi memoria me ha hecho recordar aquella tristemente inmortal tarde del Domingo 3 de Septiembre de 1989, me refiero al Maracanazo. Yo soy el Shock, y este es mi rincón.
En esa tarde estábamos con mis viejos en la pieza de ellos con los ojos pegados en la pantalla de una Tele IRT trinitrón, creo, “en colores” para ver el trascendental partido de Chile contra Brasil, en el marco de las eliminatorias para Italia ’90, en esa TV veíamos moverse a los jugadores de nuestra selección nacional en el campo de juego. Recuerdo que en el primer tiempo el “condor-o” rojas saltaba de un lado a otro para impedir la conquista de la selección de Brasil, y es así que en medio de la angustia de todo Chile se va al descanso.
Recién iniciado el partido luego del entretiempo, a los 5 min el goleador de Brasil de ese entonces “Careca”, inaugura el marcador con un gol, lo que hizo estallar a los 130.000 espectadores del Maracaná, por lo que con ese resultado se clasificaban para ir a Italia’90, es así como cuando el seleccionado nacional luchaba por conseguir el empate, la historia del fútbol chileno tuvo su quiebre e incipiente decadencia.
Sin mayor aviso, cae una bengala desde las galerías del Maracaná, de pronto la cámara hace un movimiento confuso, de izquierda a derecha y muestra a uno de los jugadores de la selección nacional, indicando el arco de Rojas el cual yace tendido en el pasto y se ve un humo a un metro y medio de él.
La cámara hace un acercamiento y se ve que tiene sangre y en medio de la confusión todos sus compañeros los cuales mezcla de estupor y rabia (por no decir emputecimiento) llegan al lugar.
Entre tanto los jugadores insultan al público y con un célebre gesto un delantero le da nombre y apellido a un gesto el cual se inmortalizó hasta nuestros días..”El Pato Yánez”

Recuerdo que en mi casa quedamos como diría Condorito… ¡PLOP!. En todo caso había algo que no me calzaba y era el hecho que el humo de la bengala estaba bastante lejos de Rojas, como para haberlo impactado, fue lo primero que se me vino a la cabeza, claro está que no me imaginé jamás lo que se urdía detrás. La primera reacción muy chilena por lo demás fue echar un par de chuchadas contra los brasileño.
Después veíamos cómo los mismos jugadores, sin esperar la camilla, cargaban a Rojas y lo llevaban al camarín, es en ese momento que tengo grabado en la mente los garabatos cuando pasan cerca de la cámara antes de desaparecer en la entrada del camarín y se ve a Rojas envuelto en sangre. Pasaban los minutos y la selección nacional no volvía, luego de un rato se informa, que el capitán Fernando Astengo decide que no volverán por la seriedad de los incidentes.

Mientras en Chile, estalla de inmediato un sentimiento anti-brasil, de hecho la embajada estuvo sitiada por furiosos hinchas chilenos que querían vengarse de ese ataque, y a la calle que lleva el nombre del país de la samba, fue cambiada por Roberto Rojas por algunos graciosos.
Esa noche en los noticiarios casi en su totalidad se refirieron al tema incluso en uno hicieron una recreación real de un disparo de una bengala y sus “efectos”.
Lo que más me seguía extrañando era por qué todos se centraban en el efecto y nadie se preguntaba por la “causa” o sea quién y por qué alguién disparó una bengala al campo de juego, el nombre se supo poco después. Se trataba de una chica de nombre Rosemery Mello Nascimento Barcelos da Silva, que de paso se hizo famosa y terminó posando para Playboy.
En fin, luego a mediados del año 1990 cuando ya Chile, además de ser eliminado del Mundial Italia’90 y de ser suspendido por otro mundial más y una generación completa de jugadores sin posibilidad de participar, el “condor-o” Rojas, confiesa y mete a un montón de gente en el baile.
Verdad o no, lo cierto es que como se dice en buen chileno fue un “tongo”, pero de marca mayor, tanto así que curiosamente aunque se castigaron a todos los implicados en el asunto, el principal culpable terminó como entrenador de arqueros en Brasil. Curioso por decir lo menos…
Para mí este tipo fue un vende patria, y de paso se cagó en toda una generación tanto de jugadores, como de jóvenes que tuvimos que ver casi 10 años equipos extranjeros en el mundial y olvidarnos de nuestra camiseta roja con su escudo en el pecho y cambiarla por camisetas alemanas, italianas, francesas, etc. Por que querámoslo o no, seamos del lado político que seamos, nos emocionamos al ver a la selección nacional al inicio del partido entonando la canción nacional.
Este fue el recuerdo de esta semana, que aunque amargo, tal vez que sirva para no olvidar la génesis de la decadencia de nuestro fútbol.
Un afectuoso saludo a todos los Bloggers que nos vimos hace una semana atrás, desde aquí mi rincón, el del SHOCK.

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